- De origen porteño y avecindado en Los Andes desde 1914 hasta su muerte, el fotógrafo Ramón Albornoz captó con su cámara parte importante de la historia de Los Andes de la primera mitad del siglo XX.
- Tras un proceso de rescate, conservación y restauración digital ejecutado por Fundación ProCultura, algunas de las fotografías serán parte de una muestra que se inaugura este viernes 23 de noviembre, a las 19:00 horas, en la Plaza de Armas de Los Andes.
Un retrato de Santa Teresa de Los Andes de 1919; la calle Maipú, frente a la Plaza de Armas, en 1932; la electrificación del ferrocarril trasandino en 1938; comparsas disfrazadas de cortesanas para la Fiesta de la Primavera en 1945. Estas son algunas de las fotografías tomadas por Ramón Albornoz (1890 – 1949) que serán exhibidas en la Plaza de Armas de Los Andes desde este viernes 23 de noviembre hasta el viernes 7 de diciembre de 2018.
Las imágenes son parte de un archivo de más de 2.500 fotos que fueron rescatadas por Fundación ProCultura, gracias al financiamiento del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, mediante el Fondart Regional, Región de Valparaíso, convocatoria 2017. “En las fotografías de Ramón Albornoz están los paisajes y las calles del Los Andes de antaño, la vida cotidiana de los antepasados de quienes hoy habitan la ciudad, las grandes personalidades de principios de siglo XX, como Santa Teresita de Los Andes. Ahí está parte de la memoria de Los Andes y el talento artístico de Albornoz. Por eso apostamos por hacer este rescate y, ante todo, compartirlo con los andinos”, comenta Alberto Larraín, director ejecutivo de Fundación ProCultura.
El archivo consta de placas negativas de vidrio y negativos en soporte plástico que no contaban con condiciones adecuadas de conservación. El equipo de la fundación, liderado por Ilonka Csillag –fundadora de ProCultura– y conformado por el fotógrafo Marcelo Mella y el historiador René León, realizó un proceso de estabilización y limpieza de los negativos, para almacenarlos en sobres libres de ácido y cajas adecuadas para su preservación. Luego se digitalizaron y restauraron digitalmente las imágenes, además de llevar a cabo un exhaustivo proceso de investigación para reconstruir la historia detrás de las imágenes.
“Tener está exposición que cuenta la historia de nuestra ciudad, es un gran lujo. La puesta en valor tiene tal importancia, que podemos transmitir estos contenidos y temáticas en forma itinerante en los distintos establecimientos educacionales. Este archivo lo queremos compartir, además, con la comunidad para que conozcan en forma tangible cómo ha ido evolucionando con el tiempo la ciudad de Los Andes. Quiero agradecer y felicitar a quienes han hecho posible este proyecto, de poder contar en imágenes cómo fueron nuestros antepasados”, afirma el Alcalde de Los Andes, Manuel Rivera.
La Exposición del Archivo Fotográfico de Ramón Albornoz, que después del 7 de diciembre se trasladará al edificio de la Intendencia, realizará también una itinerancia por colegios de la comuna. Además, se está buscando financiamiento para continuar con el trabajo de difusión del Archivo Fotográfico en un sitio web y un libro.
Ramón Albornoz Barrera
Nacido en Valparaíso en 1890, Ramón Albornoz Barrera se trasladó a Los Andes a principios de la década de 1910, buscando un mejor clima para la salud de su esposa, Ester Soza. Se formó bajo la tutela del fotógrafo español Antonio Torrecillas y Luque y, por muchos años, fue el único fotógrafo de Los Andes, por tanto, sus fotografías son un testimonio único de la vida de la ciudad en las primeras décadas del siglo XX.
Realizó vistas de paisajes de la zona y retratos de habitantes −entre ellos, de Juanita Fernández Solar, Santa Teresa de Los Andes−, además de registrar actividades familiares, deportivas y ceremonias oficiales. Trabajó en tres locales de la Calle O’Higgins −números 271, 250 y 290− junto a su esposa, que era la encargada de retocar las fotos, y más tarde junto a su hija, Ana Rosa, quien hacía el revelado. Albornoz se mantuvo activo hasta su muerte, en 1949, y su familia continuó trabajando en el estudio fotográfico hasta fines de la década de 1980.