Por: Hugo Pérez White
Parece que de la noche a la mañana se destaparon todos nuestros órganos sensoriales, se conectaron todas las neuronas que estaban adormecidas o se encontraban obstruidas por el esmog que cubre nuestro medio ambiente y de pronto empezaron a girar en el entorno como discos voladores avisando que algo malo se venía acercando y como cada individuo tiene sus propias revoluciones es muy difícil que se amalgamen en un todo único e irreductible.-
Puede ser el paso de los años lo que me impide soportar tanto ruido y ello hace que algunas nubes pasen raudamente frente a nuestros ojos sin darnos cuenta de su existencia o bien los terremotos habidos en el mundo han hecho tanto daño al eje de la tierra que la descentró y se ha vuelto impredecible porque cada minuto que pasa es como si pasara un tornado y arrasara con todo lo construido en miles de años y ya no se puede caminar tranquilo por las calles porque no sabemos si vamos a alcanzar a cruzar el umbral de nuestras casas sanos y salvos porque la lucha contra la delincuencia va perdiendo efectividad.-
Los países están convulsionados y sus habitantes se han tomado las calles para reclamar por todo lo que no les agrada y esto recién está comenzando, así es que hay que prepararse anímicamente para soportar los nuevos embates de la naturaleza que pueden producirse en el momento menos pensado y también de los movimientos sociales que han sacado de su letargo a familias completas para desahogarse en la vía pública.-
Las personas han cambiado de actitud y de seguro seguirán cambiando de pensamiento y lo podemos ver en nuestros parlamentarios que ven un desbande electoral que puede tener funestas consecuencias para sus ambiciones políticas y se ha podido apreciar cómo se enfrascan en duras contiendas personales tratando de no perder protagonismo que tanto necesitan para disputar los votos de sus probables electores y con actitudes dubitativas están visualizando cómo la gente se ha convertido en un conglomerado esquivo que empieza a tener opinión propia y eso afecta su clientela electoral y los lleva a pelear entre sí despiadadamente.-
Con toda esta tormenta desatada en el interior de cada individuo y por ende en cada sociedad, es conveniente ir regulando nuestras revoluciones neuronales y ponerlas nuevamente en orden para poder razonar y lograr el bienestar que cada pueblo requiere en este mundo atribulado por las emociones fuertes que nos acosan permanentemente destrozando nuestras ilusiones y quebrando nuestras esperanzas.-