Por: Luis León Cárdenas Graide.
Sr. Director:
Con $2 mil millones sobra para rebautizar los variopintos grados jerárquicos de nuestras fuerzas uniformadas, simplificados como grados etílicos sin chapas: desde el pelado fermentado hasta el aguardiente en jefe, pasando por algún tinteniente, un piscoronel o un mayorrón; y un austero vaso de agua sin gas para los que no marchen derechito, que después no le achuntan.