Ver adultos mayores sin uno o varios dientes es bastante común. Sin embargo, no es algo que necesariamente deba suceder con el paso de los años. La dentadura, fundamental para vernos y sentirnos bien, puede acompañarnos toda la vida si seguimos los consejos que nos entrega a continuación el Dr. Cristóbal Paredes, odontólogo de Vidaintegra, especialista en rehabilitación oral.
Mayo 2019, Santiago – “Los dientes no tienen por qué caerse”, afirma el especialista de Vidaintegra. Además de ser un evento bastante traumático, “no es parte de los procesos normales de la vejez. Lo que sí ocurre con los años es que se va perdiendo parte de los tejidos, pero ello no implica necesariamente la caída de piezas dentales. Si sucede, quiere decir que estuvieron sometidas durante largo tiempo a un proceso infeccioso o traumático”, agrega.
Existen dos patologías en el territorio bucal que inciden en su permanencia: las caries y la enfermedad periodontal. Esta última se produce cuando no tenemos una adecuada higiene, lo que contribuye a la formación de placa bacteriana, responsable de la progresión de la enfermedad periodontal y también de las caries.
La enfermedad periodontal está dividida en dos estados: gingivitis y periodontitis. “La primera es una inflamación de las encías, que se presentan enrojecidas e hinchadas, sangran en el cepillado y pueden provocar mal aliento. Si la gingivitis no se trata puede desencadenar en periodontitis, en la que la infección se extiende hasta el hueso, con serio riesgo de caída de piezas dentales”, explica el especialista.
El Dr. Paredes entrega los siguientes consejos para evitar la pérdida de dientes:
- Correcto y frecuente lavado de dientes. La higiene bucal es indispensable para mantener la salud de los dientes, que deben ser cepillados cada vez que comemos, aunque esto no asegura su completa limpieza. El especialista recomienda un cepillo suave y consultar al dentista por la mejor técnica según las características de cada persona.
- No utilizar cepillos duros. Una mala técnica de cepillado sumado al uso de una escobilla de cerdas duras puede producir la recesión o disminución del tejido y que la encía retroceda, viéndose cada vez más diente y menos encía.
- Uso de hilo dental con cera. “El cepillo limpia solo el 60% de la superficie dental y el otro 40% queda sin asear. El único instrumento que logra llegar a esos lugares es el hilo dental, que también se usa en general de manera incorrecta. Las personas piensan que solo sirve para sacar restos de alimento que han quedado entre los dientes, pero su objetivo principal es la remoción de la placa bacteriana. El ejercicio de subir y bajar el hilo es insuficiente, se debe contornear cada pieza”, agrega. Dentro de la amplia oferta de hilos y sedas dentales existentes, recomienda aquellos que tengan cera.
- Evitar el enjuague bucal. El odontólogo de Vidaintegra aconseja no usarlo si no es prescrito por el dentista. “Su uso indiscriminado o sin supervisión puede provocar la irritación de la mucosa, alteración de la percepción de los sabores, cambios en la flora normal de la boca y la aparición de manchas en los dientes”, afirma
- Disminuir los alimentos que contengan azúcar. No está presente sólo en los dulces y bebidas, sino en la mayoría de los productos procesados. El azúcar contribuye a aumentar el riesgo de caries que debilitan la estructura dentaria.
- No a las dietas muy ácidas. “Consumir más de dos cítricos al día, café, vino, bebidas cola, energéticas o agua mineral con gas va a incidir en la degradación de los dientes. La recomendación es que cuando consuman alimentos muy ácidos, postergar el lavado de dientes una media hora a fin de que el pH bucal se neutralice”, afirma el profesional.
Prevenir está en nuestras manos
Una persona no nace con “mala dentadura” como muchos creen, lo que sí podría heredar son afecciones como el esmalte con hipoplasia o trastornos en la estructura bucal, lo que la hace más susceptible a problemas dentales, sin embargo, “si no hay factores infecciosos no se debieran perder dientes”, aclara el profesional.
Asimismo, ningún medicamento provoca su caída, “pero el uso de algunos, sumado a una mala higiene y enfermedad periodontal, los puede afectar”, añade. La diabetes, por ejemplo, es una patología relevante para la salud bucal, ya que puede agravar los trastornos provocados por la enfermedad periodontal y generar la caída de dientes. También, hábitos como masticar cosas duras o abrir botellas con los dientes.
Evitar la pérdida de las piezas dentales está en nuestras manos. Basta con consultar a nuestro dentista sobre cómo mantener una adecuada higiene, poner en práctica sus recomendaciones y visitarlo cada seis meses para prevenir y tratar prematuramente cualquier problema, no solo cuando tengamos alguna molestia seria, ya que podría ser demasiado tarde.