El sexo sin compromiso es una práctica que se da muy frecuente, pero lo que no se contempla en ese momento de pasión, es que al día siguiente puede venir un sentimiento de culpa, esto debido a que muchos de estos encuentros casuales se dan en una noche de copas, y como diría la canción, «una noche loca».
Si hay click en una noche, todo iniciara con una mirada tímida, buscando que la otra persona haga un contacto visual; ya que se logró el cometido, uno de los dos dará el siguiente paso que es acercarse platicar un poco… De ahí si todo va bien entre el alcohol, el calor de la noche y las risas, pasaran de la plática a un roce de mano, coqueteos cada vez más y más cerca hasta que los labios por fin hagan contacto.
En este punto difícilmente habrá vuelta atrás, y si hubo química seguramente no pasarán la noche solos, pero el problema vendrá a la mañana siguiente cuando estés consiente, con cruda de alcohol y de moral, probablemente te dé el remordimiento y ni siquiera sabrás qué decirle a tu acompañante casual…
Para ese momento tan incómodo de despertar en la cama con alguien del que probablemente no recuerdes el nombre o que a lo mejor se trata de un amigo.
- “Mejor no se lo contamos a nadie.”
- “Mira, no te lo había dicho, pero tengo novio.”
- “He soñado una tontería, que hemos dormido juntos.”
- ¿Tú qué haces aquí?
- “Menos mal que no recuerdo nada.” (Sincera de verdad, pronunciada con profundo alivio, casi con ganas de abrazarle del alivio)
- ¿Quieres un vaso de agua antes de irte?
- ¡NO!
- “¡Lo siento mucho! Me equivoqué y no volverá a ocurrir.”
- “Dice mi mamá que si te quedas a comer.”
- “¿Otra vez tú aquí?”
- “Dime que tienes el condón puesto.”
- “¿Eso que llevas es un pijama con ositos?”
- “Largo de aquí.”
- Buenos días________ (Inserte aquí el nombre de su ex, o peor aún, el nombre de su próximo novio)
- ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! (Con terror)
- “No te convengo, créeme.”