El Lupus Eritematoso Sistémico (LES) es una enfermedad autoinmune, en el que el propio sistema de defensa (sistema inmune) ataca varios órganos y tejidos, como el riñón, el cerebro, los pulmones, los nervios, articulaciones, piel, etc. En el mundo su prevalencia va de 40 a 200 casos por 100.000 habitantes y su tasa de mortalidad es de alrededor 8%. En Chile, la tasa de sobrevida es de 92% a los 5 años, 77% a los 10 años y 66% a 15 años, según datos publicados por el Ministerio de Salud. “Esta tasa ha ido aumentando dramáticamente con la aparición de los corticoides y de nuevas drogas”, asegura el Dr. Jorge Gordillo, reumatólogo de Clínica Vespucio.
El lupus suele desarrollarse entre los 30 y 50 años de edad, y es más común en mujeres. De hecho, por cada hombre que la padece, hay 10 mujeres con la enfermedad. “Se han postulado varias teorías en referencia a esta distribución, incluyendo el papel que tendrían los estrógenos en la aparición del LES, sin embargo, no se ha logrado un consenso”, comenta el Dr. Gordillo.
Las causas de esta enfermedad se desconocen, pero, aparentemente, hay personas que tienen una predisposición hereditaria que, sumada a características del entorno, pueden desencadenar esta patología, tales como:
- Exposición al sol.
- Infecciones.
- Uso frecuente de algunos medicamentos como anticonvulsivos, antihipertensivos o antibióticos.
¿Cómo saber si padeces lupus?
Los síntomas varían dependiendo del paciente. Pueden ser leves o intensos, aparecer repentina o lentamente, e inclusive algunos pueden ser temporales en ciertas personas y, en otras, permanentes.
La mayoría de pacientes con LES sufre “brotes” o episodios con mayor sintomatología. Luego estos mejoran, y a veces desaparecen por completo durante un tiempo, hasta que padecen uno nuevo.
Algunos son:
- Fatiga.
- Dolor de cabeza.
- Fiebre.
- Con el frío o en situaciones de estrés los dedos de los pies o manos pueden tornarse blancos o azules.
- Dolor en las articulaciones.
- Erupción en el rostro con forma de mariposa, que se extiende por sobre las mejillas y la nariz.
- Erupciones en el cuerpo que empeoran con la exposición al sol.
- Falta de aire.
- Ojos secos.
- Desorientación y pérdida de memoria.
- Dolor en el pecho.
En qué consiste el tratamiento
El tratamiento no es curativo y tiene como objetivo el control de la enfermedad. Las indicaciones dependerán de la severidad del lupus y de las manifestaciones u órganos comprometidos. Es por esto que no solo se requerirán reumatólogos, sino que de un equipo multidisciplinario compuesto por nefrólogos, dermatólogos, hematólogos, gastroenterólogos y neurólogos, incluyendo obstetra si la paciente está embarazada.
El Dr. Gordillo comenta que la tasa de abandono del tratamiento es alta y enfatiza en la importancia de asistir a los controles médicos y tomar las drogas adecuadas. “Un paciente con LES, en tratamiento y control adecuado, puede llevar su vida lo más normal posible, incluyendo el trabajo, su vida familiar, el embarazo, con recomendaciones específicas”, tales como:
- Conocer su enfermedad y mantener una buena interacción con su médico tratante y la familia.
- Reposar cuando la enfermedad se encuentra activa y multisistémica.
- Evitar la exposición al sol.
- Utilizar anticonceptivos adecuados.
- Planificar el embarazo para evitar complicaciones.
- Usar bloqueador solar frecuentemente.
- Tener una dieta saludable.