Por: Moris Beracha
Más recursos para esta región. El Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) acaba de lanzar una emisión de bonos por la cantidad de 750 millones de dólares, la cual fue colocada en su totalidad, con la finalidad de atraer una mayor cantidad de recursos que le permitan seguir ofreciendo apoyo para los países de este continente.
Inicialmente, el monto de la colocación estaba estipulado en 500 millones de dólares, pero tal fue el interés mostrado por los inversionistas, quienes demandaban una mayor emisión (hasta 1.050 millones de dólares), que la CAF decidió incrementarla en 250 millones más. La emisión tiene un vencimiento a 5 años y cerró con un cupón de 1.625%. Una oferta muy atractiva.
El presidente de la CAF, Luis Carranza Ugarte, al ofrecer detalles de la operación financiera destacó que la institución que lidera es un aliado “incondicional” de América Latina, y que se continúa trabajando para que las naciones que requieren de mayores recursos tengan acceso a los mismos en condiciones favorables, lo que sin duda alguna les permitirá ejecutar planes de reactivación económica y social, que se traducirán en bienestar y mejora en la calidad de vida de la población.
El respaldo de un total de 93 inversionistas y la confianza demostrada en los bonos de la CAF, totalmente colocados en el mercado estadounidense, fue de muy altas dimensiones. Administradores de fondos, instituciones públicas, fondos de pensiones y bancos comerciales se encuentran entre los principales tenedores. Los bancos colocadores fueron Citi, Daiwa, Goldman Sachs y Nomura.
A través del dinero obtenido, el ente multilateral podrá hacer préstamos por una cantidad cercana a los 2.500 millones de dólares, con lo cual se podrán apoyar gran parte de las medidas económicas derivadas de la crisis sanitaria que azota a la región como consecuencia de la pandemia.
Sin duda alguna, estos recursos vienen a constituirse en un alivio para las pequeñas y medianas empresas de la región. El sector privado en general podrá beneficiarse del dinero fresco que se está inyectando a los bancos de desarrollo locales y a los comerciales, con lo cual se plantea la posibilidad de seguir contribuyendo con la recuperación económica de América Latina.
Se trata entonces de salvaguardar empresas, y con ello los empleos y la calidad de vida de millones habitantes del continente, para que no se sigan sumando a las estadísticas de pobreza de la región.