Por: Francisco Silva / Country Manager Chile – Perú de Kingston Technology
Este 1 de mayo fue el Día Mundial de la Contraseña, un aspecto fundamental para proteger nuestros datos en tiempos muy complejos, en que muchas veces una clave, por muy difícil que sea de adivinar por un desconocido, no asegura total confidencialidad.
En ese sentido, uno de los mejores aliados de las contraseñas es la encriptación. Pero, existe más de un tipo, y es importante conocer las diferencias entre los formatos. El cifrado por software es el más común, aunque suele ser insuficiente en muchos casos, ya que es hackeable, y los piratas informáticos poseen sistemas automatizados que pueden romper miles de claves de 8 caracteres en pocos minutos. De cualquier forma, un consejo para los usuarios es que opten por nuevas contraseñas de al menos 12 caracteres, y así poner una barrera adicional.
El cifrado por hardware es el método más seguro a la fecha, ya que el controlador se encuentra en el interior del dispositivo encriptado, siendo inaccesible vía software, siendo -a la fecha- imposible de hackear. Este sistema, presente en componentes como SSD y dispositivos como unidades USB, puede contar el total de intentos de contraseña y, en última instancia, borrar la unidad después de un cierto número de pruebas fallidas.
Las contraseñas son herramientas muy útiles para proteger nuestros datos, pero no están exentas de riesgos, y por eso se recomienda complementar con tecnologías como el cifrado.