Directora del CAIS sostuvo que esperan continuar apoyando a la Fundación que va en ayuda de personas de escasos recursos.
La señora Georgina recibe una pensión que solo le alcanza para arrendar una pieza junto a su pareja. Su alimentación en gran parte es posible gracias al comedor solidario que funciona en dependencias de la Fundación Unbound, ubicada en Av. Francia 795.
El caso de esta mujer se repite hasta el infinito en la región de Valparaíso y todo el país. Es por ello que los funcionarios del Centro de Apoyo para la Integración Social (CAIS), entidad dependiente de Gendarmería, decidieron festejar el aniversario de la institución verde boldo este miércoles con un almuerzo solidario para los “abuelitos” que cotidianamente llegan hasta la Fundación.
La jefa del CAIS, Iris Miranda, sostuvo que: “Esta actividad surge por la invitación que nos hace el director regional (coronel Eduardo Muñoz Bravo) sobre como celebrar el aniversario. Se presentó la idea al equipo del CAIS y todos, sin excepción, se plegaron. Estamos muy contentos porque la gente está feliz. Lo más importante es que hay motivación para seguir repitiendo la experiencia”.
El noble gesto fue agradecido por la señora Georgina, para quien se trató de una importante ayuda en momentos muy difíciles de su vida
“Muy agradecida por acordarse de los viejos, porque somos muchos y nos tienen muy abandonados. Las familias a nosotros no nos toman en cuenta. Hay mucho abandono, en el sentido de que la familia, cuando llegamos a cierta edad, ya estorbamos, les molestamos. Todos tenemos problemas, como la baja pensión. Nosotros pagamos una pieza porque no podemos pagar una casa, no nos alcanza”.
DÉCADAS DE AMOR
Nancy González es profesora de profesión, pero actualmente es la encargada del proyecto que acoge a cerca de 40 de personas de la tercera edad en las dependencias ubicadas en Avenida Francia y donde trabaja junto a otras dos mujeres.
La fundación internacional sin fines de lucro fue fundada en 1981 y trabaja por medio del apadrinamiento de personas de escasos recursos, a los cuales se les entrega un cheque y en casos específicos se les ayuda en el pago de alguna deuda. Con el objetivo de poder ir más allá de la ayuda entregada por la Organización, las funcionarias decidieron crear un comedor solidario, el cual se mantiene gracias al compromiso de estas tres mujeres y los aportes de privados.
Nancy recuerda que comenzaron a funcionar “con recursos propios, de nosotras, y luego empezamos a pedir. De repente nos llegaban donaciones de muebles, los vendíamos y ahí teníamos algo de dinero para hacer andar este comedor. Así hemos estado, esperando cada mes, jugando a la bicicleta, como gimnasia bancaria. Afortunadamente, hemos podido sobrevivir, hemos tenido ayuda generosa de algunas organizaciones, pero vivimos el día”.
Sin embargo, y pese a la complicada situación por la que atraviesan, las esperanzas de un mejor mañana no se pierden. Es por esto que esperan que el 2018 puedan generar recursos o contar con voluntarios que apadrinen el comedor, tal como hoy lo hace, por ejemplo, la escuela de gastronomía. del Duoc de Valparaíso. Mientras esto sucede seguirán luchando por salir adelante.