Por: Gabriel Araya, Ergónomo y Académico de la carrera de Kinesiología de la U. San Sebastián
Está terminando el año y no sólo se manifiesta el estrés habitual por el ajetreo previo a Navidad y Año Nuevo. La carga laboral de todo el año puede tener un efecto acumulativo y desencadenar trastornos músculo esqueléticos con mayor prevalencia. Ya sea debido a esfuerzos repetidos, posturas forzadas o incorrectas en los puestos de trabajo y elementos psicosociales derivados de la organización.
Estamos en un período de inventarios en algunas empresas y otras actividades de cierre, en el caso del comercio se produce un fuerte incremento de las ventas, lo que genera mayor actividad especialmente en la carga y descarga de productos, actividades de caja y reposición, entre otras tareas.
Frente a este aumento brusco en la demanda de trabajo, se posibilita el riesgo de sufrir lesiones músculo esqueléticas en manos, muñecas, codos, cuello, hombros y espalda, siendo la zona lumbar una de las más afectadas. Entre todas las condiciones que aumentan el riesgo de lesión, podemos mencionar la falta de pausas y otras medidas que permitan reducir el impacto de las labores repetitivas, mayor carga física y períodos prolongados de exposición a estos factores.
Gabriel Araya, Ergónomo y Académico de la carrera de Kinesiología de la U. San Sebastián dice que los trastornos musculoesqueléticos relacionados con el trabajo tienen un origen multifactorial, es decir que pueden ocasionarse por varias causas y en algunos casos por la combinación de varios elementos, como por ejemplo la cantidad de tiempo en el trabajo, el tipo de jornada, los tiempos de recuperación, etc.
En ese sentido, el kinesiólogo explica que este tipo de trastornos se definen “como una lesión física originada por un trauma acumulado, ya que bajo cierto contexto se produce una carga excesiva en el tejido muscular, tendinoso, ligamentoso y/o articular que puede provocar una disfunción músculo esquelética”.
Sin embargo, el docente de la USS aclara que “no necesariamente estar en presencia de una carga laboral aumentada y/o malas posturas, el trabajador desarrollará alguno de estos trastornos musculo esqueléticos, ya que también pueden desencadenarse por movimientos bruscos, traumatismos, falta de condición física o incluso por elementos psicosociales y mentales del entorno laboral”.
Cuando se trata de las actividades de las personas y del trabajo, Araya señala que “la patología músculo esquelética más frecuente es el dolor lumbar o mas conocido como lumbago”.
Su prevalencia es mayor que la que tienen otro tipo de trastornos a nivel de los hombros, codos, manos y muñecas, tales como: Síndrome cervical por tensión, Tendinitis, Síndrome de hombro doloroso, Síndrome del túnel carpiano, Epicondilitis y Bursitis.
En el caso del lumbago, el docente precisa que su relación de origen laboral se asocia “principalmente al levantamiento manual de carga, exposición a vibración y posturas inadecuadas del trabajador durante su jornada laboral. Así también, una condición psicosocial podría desencadenar una sintomatología de dolor en esa zona, sin embargo, no es la razón más directa o común”.